Cómo el Líder puede conseguir una Transformación en positivo de las Personas Tóxicas de la organización

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Reflexión

Cuando miro a mí alrededor, cuando escucho el comentario de mis colegas o de las personas de mi círculo más cercano, cada vez me queda más claro la brecha que existe entre la empresa y el empleado en términos de Inteligencia Emocional.  Me pregunto, ¿le importa a la empresa el estado emocional en el que se encuentran sus empleados? ¿Es la empresa consciente del potencial que está dejando de aprovechar al no acercarse a sus empleados y atender su estado de ánimo, sus motivaciones o la situación personal en la que se encuentra?

Hoy como cada viernes quiero provocar un momento de reflexión con la intención de que por un lado las empresas o las personas que están en disposición de tomar decisiones sobre el desarrollo de las personas dentro de las organizaciones, dediquen un rato a tomar conciencia y a pensar objetivamente si les merece la pena o no abordar este tema. Pero por otro lado, y más importante, conseguir la misma reflexión dentro de ti, si en tu interior, que hagas una mirada introspectiva y te respondas a ti mismo a la misma pregunta ¿Sabes lo que estás dejando de aprovechar en tu vida por no atender mejor tu Inteligencia Emocional?

Dentro de las organizaciones el Líder puede ayudar

En las organizaciones el Líder nos puede ayudar ya que es la persona que está cerca de las personas, dentro de los equipos de trabajo, en contacto directo con ellos y se preocupa por ellos. Como sabes, esto lo hace porque sabe en la importancia de conseguir el 100% de rendimiento de cada uno de los miembros de su equipo, y más allá de las habilidades técnicas, el líder se concentra mucho en el resto de habilidades relacionadas con sus emociones y sentimientos. Puedes revisar las competencias completas del Líder en la entrada ¿Reconocerías a un Líder a Simple Vista?.

Las personas tóxicas dentro de la organización

El alma de toda organización es sin duda sus empleados, la personas que están detrás de los roles, los puestos de trabajo son las que viven y conviven en la empresa. Y dentro de ellos, está su personalidad, su forma de ser, sus motivaciones, sus emociones y sentimientos. Aspectos todos ellos que condicionan cada uno de los movimientos de los empleados.

Todas estas emociones y sentimientos se transforman en acciones y estas acciones generan una energía que al final se queda impregnada en el aire, de ahí la expresión aquí hay buen ambiente, o mal ambiente. Hay una niebla encima sobre cada miembro de la organización que condicionará en gran medida cómo desarrolle su trabajo. ¿Qué ocurre cuando esta nube o esta niebla se forma con emociones negativas? Aquí es cuando se produce la Nube Tóxica.

Una reflexión sobre la toxicidad

A mi es un tema que me preocupa, es la facilidad que tenemos para encasillar y juzgar a las personas. Aunque este no es el mal principal, para mi el peor de los males que subyace es el de dejarles encadenados a ese juicio, encerrarles en una celda y ponerles cadena perpetua sin revisión ni oportunidad. Al final, es algo que está muy interiorizado en la sociedad y que provoca una cantidad increíble de creencias limitadoras, pensamientos que nos auto-limitan en nuestro propio desarrollo, tanto personal como profesional.

¿Cómo lo veo yo?

Te voy a contar, desde mi punto de vista, cómo se genera la toxicidad en las personas o a quién llamamos “personas tóxicas”.

Si buscamos en el interior de cada uno de nosotros, si nos paramos a pensar en cómo vemos la vida, seguro que podemos encontrar algún aspecto tóxico dentro de nosotros, ¿y eso nos hace personas tóxicas? Si te das cuenta, alguna vez, para justificar lo mal que te trata la vida te ves como una víctima y otra como un superior, algunas veces utilizas la queja y otras veces la crítica, a veces tiendes a ridiculizar a los demás para rebajarlos y sentirte  más poderoso. Gran parte de tu vida está basada en estos “automatismos”, en estas acciones que repites, que te salen sin pensar, sin darte cuenta.

Estos automatismos adquiridos con el aprendizaje, generalmente te ayudan a tomar decisiones y actuar rápidamente en tu vida cotidiana, pero existen algunos que tienes que tomar consciencia ya que forman parte de tus limitaciones, son acciones que te bloquean tu conocimiento personal y te hacen mostrarte de una manera demasiado rígida ante los cambios en tu vida.

Trasladado a las organizaciones puede verse claramente cuando te encuentras con personas, con compañeros que son muy competidores, celosos, descalificadores, arrogantes, soberbios, egocéntricos, manipuladores, absorbentes, déspotas, mentirosos, aburridos, pesimistas, depresivos, perfeccionistas… como puedes ver, estos comportamientos, acciones, sentimientos y emociones de estas personas están todas bajo la forma de ver la vida, como una víctima o como un superior, con la queja o con la crítica.

¿Qué solución propongo?

Volviendo sobre las capacidades de un verdadero líder, estoy totalmente convencido que si esta persona encargada de conocer y actuar sobre los estados de ánimo y por lo tanto la motivación de cada uno de los miembros de su equipo, desde la organización le favorecen herramientas como puede ser la asignación de nuevas tareas expresamente dedicadas a la atención personal con cada uno de ellos y anotar de forma sistemática los diferentes estados por lo que pasa una persona a lo largo de su tránsito por la compañía o de su tiempo en un proyecto, seguro que al final del periodo el líder poseerá una información muy importante sobre el avance de las situaciones emocionales, una vez conocidos los estados, tan sólo queda aplicar un plan para actuar sobre ellos, planes que en la mayoría de los casos serán desarrollo de nuevas habilidades y competencias para desarrollar mejor su trabajo, reasignación de tareas para evitar aquellas que le causan problemas, etc. Como ves con un poco de observación y un plan personalizado de actuación, las personas tóxicas no solo vuelven al equipo de trabajo para aportar el 100% sino, que conseguiremos crear una filosofía y un modo de trabajar que evite para siempre que se generen esos nubarrones negros y tóxicos que contaminen el ambiente de la organización.

Yo tengo pensamientos tóxicos pero gracias al trabajo de autoconocimiento puedo enfocarme sólo en la generación acciones que provoquen un mejor ambiente laboral. La mejora en el ambiente favorece, sin ningún tipo de duda, mi crecimiento personal y me permite sacar lo mejor de mi mismo.