Cómo puedo liderar a mi jefe

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Reflexión

El 99 por ciento de todo el liderazgo no se da desde la cima, sino desde la zona intermedia de una organización. Por lo general una organización tiene una sólo una persona cómo líder. ¿Qué puedes hacer si tú no eres esa persona?

Como reflexión para hoy viernes me gustaría compartir contigo esta cuestión que seguro que tantas veces te has planteado. Tú como líder quieres causar impacto con tu liderazgo pero justo la persona para la que trabajas no es un buen líder.

Liderar a tu jefe es posible, es desde mi punto de vista, el nivel más alto del liderazgo, donde se vuelve excelencia. No todos los líderes lo consiguen, puede ocurrir que generes una buena relación con tu jefe pero que seas incapaz de influir en nadie de los que tienes por debajo, o que manejes bien la relación con los que están debajo de ti pero no consigues conectar con tu jefe.

El líder que es capaz de liderar a su jefe tiene que mantener la influencia con su equipo y además apoyarle. Si pretendes ser una persona de influencia tendrás que desarrollar nuevas capacidades dirigidas por un lado a añadir valor a la organización y por otro, distinguirse de los demás haciendo un trabajo de excelencia.

¿Cómo lo puedo hacer?

Desarrollar el proceso se merece por sí sólo una entrada en exclusiva, pero mi intención hoy es solamente plantearte una reflexión y conocer tu opinión para que demos en el clavo y preparemos la teoría perfecta.

Aun así si quiero darte unas pautas que desde mi punto de vista son esenciales:

Si quieres liderar a tu jefe está claro que por donde debes empezar es mejorando la versión de ti mismo, debes convertirte en el mejor de sus subordinados. Tienes que llevar tu autocontrol al nivel más alto, alto nivel de control emocional, no puedes dejarte llevar por la situación y controlar en todo momento, un líder de este nivel debe mirar más hacia adelante y priorizar el objetivo de la organización al suyo personal en ese momento. Alto nivel en el control de tu tiempo, debes administrar tu tiempo manejando bien las prioridades sabiendo que debes dejar un porcentaje de al menos un 5-10% para atender necesidades de tu jefe y aligerarle la carga. Debes tener en cuenta un alto nivel de dirección ya que para hacer bien tu trabajo no sólo debes atender a las personas sino también a los procedimientos, debes ser el mejor administrador, todo ese trabajo rudimentario de seguimiento, de mantenimiento fundamental para que la rueda no se pare y funcione correctamente, el jefe preferirá que lo hagas tú y supervisarte como forma de aumentar la confianza en ti, no sólo generas buen clima y desarrollas las relacionas del grupo sino que también, el resto de trabajos está perfectamente supervisado y controlado por ti. De esta manera te convertirás en la persona de confianza de tu jefe y como además estás contribuyendo al buen funcionamiento de la organización… “lo que es bueno para Roma, es bueno para los romanos”.

Después de todo este trabajo es posible que tu jefe ya esté confiando más en ti y haya pasado de darte unas simples gracias  a pedirte que le acompañes y le ayudes. En esta situación tendrás que hacer todas esas cosas que otros no quieren hacer y que te llevan a enfrentarte sólo a los problemas, pero como líder… apoyado en tus habilidades de análisis y toma de decisiones, tendrás que aportarle las soluciones a los problema que te plantee tu jefe.

¿Cómo lo ves? Es una labor muy complicada y requiere que partas de un nivel de liderazgo alto, pero no es imposible. Mi propósito es poner de manifiesto como la figura del líder es la persona dentro de la organización con más valor y con esta reflexión de hoy, he intentado hacer ver cómo no sólo un líder contribuye al desarrollo de los equipos de arriba abajo, sino que tiene gracias a sus habilidades, un alto nivel de influencia de abajo arriba.

La pasión y el liderazgo son la clave para el éxito en la consecución de objetivos para las organizaciones ¡Confiemos en los líderes!