Es un nuevo estilo de mando y dirección, pero que no es tan nuevo, ya que los romanos ya habían establecido la clara diferencia entre los conceptos de “potestas” y auctoritas” para el ejercicio del poder.
Es el arte de dirigir a las personas subordinadas para conseguir que trabajen con entusiasmo en la consecución de objetivos supeditados al bien común.
Es el estilo de mando y dirección que permite que las organizaciones obtengan resultados superiores al 100% esperado.

En mi caso concreto, nada. El liderazgo que he desarrollado y aplicado a lo largo de mi vida ha sido innato. Pero a las nuevas generaciones de mi entorno profesional (la Armada española), desde la aprobación de un modelo de liderazgo propio hace 5 años, se les está instruyendo en las Escuelas de formación para el desarrollo de competencias relacionadas con el liderazgo.

De forma continua, ya que al tener en cuenta que el liderazgo debe aplicarse en todos los niveles de la organización, siempre que se tienen subordinados hay que desarrollar el potencial de los líderes en cada uno de los escalones de mando y dirección.

Cuando fui capaz de aplicar una medida en favor de los subordinados, siendo consciente de que estaba en contra de las normas establecidas por los mandos superiores de la organización.

Porque la Armada española es una de las pocas Instituciones Armadas del mundo, si no la única, que cuentan con un modelo de liderazgo propio, aprobado en el mes de junio del año 2008, lo que está propiciando la oportunidad a todos sus miembros de desarrollar y aplicar las competencias del liderazgo en cualquier circunstancia, incluso en las situaciones extremas en que cualquier fuerza armada se puede encontrar.

Que se incluyan en todos los planes de estudio de los distintos sistemas de enseñanza los créditos que se necesiten, para instruir en competencias y cualidades del liderazgo, y aprovechar todas y cada una de las situaciones que se presente en el desarrollo de la vida profesional, para llevar a la práctica los comportamientos y actitudes que todo líder debe demostrar.

Tener que apoyar la denuncia de un subordinado, sobre el presunto delito cometido por dos mandos intermedios, ante la posibilidad de que esa denuncia no fuera admitida por los mandos superiores y, en consecuencia, pudieran derivarse represalias sobre el subordinado denunciante.

Nunca he tenido un mentor, porque la instauración del liderazgo en la Armada española ha tenido lugar en los últimos años de mi vida profesional. Pero sí existe un personaje que me está sirviendo de inspiración, Ernest Shackleton. El libro que describe su hazaña entre los años 1914 y 1916, “Shackleton, la odisea de la Antártida”, es un verdadero referente a la hora de aplicar los principios del liderazgo en situaciones extremas y, en consecuencia, en cualquier otra situación.

Entre los años 2006 y 2008, durante la elaboración del modelo de liderazgo de la Armada, a quienes nos asignaron la responsabilidad de llevarla a cabo, tuvimos que profundizar en el estudio de todos los principios y valores que sobre el liderazgo estaban dando a conocer los verdaderos expertos en esta materia.

Que no dude que en todo puesto de mando y dirección que se ocupe, en cualquier nivel jerárquico de la organización, hay que tener en cuenta el binomio “autoridad = prestigio + servicio”, es decir, que la autoridad que cada uno ejerce se basa siempre en el prestigio que ha de tenerse reconocido por todos los miembros de la organización y en la actitud de servicio hacia los subordinados que se dirigen.

1- No, nada de nada 2- No, Algunos lo conocen [ 3- Si lo conocen pero no saben como aplicarlo ] 4- Si, me da la sensación de que la gente lo conoce y lo pone en práctica 5- Si, casi todo el mundo que conozco está concienciado