Viaje al interior de uno mismo. Cómo el deporte de la escalada nos ayuda en esta misión.

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 Guestposting

La forma de conseguir tu meta de manera exitosa es diseñando o dibujando una buena hoja de ruta. Una buena hoja de ruta se define marcando un objetivo claro y más principalmente un origen bien definido. Conocer el origen, que en este caso es conocerte bien a ti mismo, pasa por una reflexión profunda y un ejercicio de auto análisis. Conocerte bien y viajar a tu interior más profundo.

Pensando en esto, me interesé en actividades que en tu vida cotidiana pueden ayudarte a realizar estos “viajes al centro de la tierra”, a tu interior. La escalada! Gracias a un gran amigo, pude conocer un poco más y comprendí como es un buen vehículo para este propósito que es el auto conocimiento.

JuanAntonioCaroPara mi es un placer y un auténtico honor, dentro de la ventana que abro todos los miércoles a la colaboración, presentaros hoy a Juan A. Caro. Una persona que ha conseguido a través de la práctica de este deporte, llevado por su pasión, descubrir todos los mensajes que estaban ocultos en su interior, y que ahora, después de conocerlos, están ayudándolo  a manejar mejor su situación personal y profesional, dándole un sentido a su vida.

El texto es completamente original, elaborado por él mismo y muy, pero que muy motivador.

A mi me ha encantado, espero que te sea grato a ti también.

El flujo es el “estado mental operativo en el cual la persona está completamente inmersa en la actividad que está ejecutando”. Estas palabras, acuñadas hace tiempo por psicólogos que han intentando descubrir el motivo de la excelencia de algunos deportistas, más allá de bondades genéticas y cualidades innatas, resumen claramente la razón que, desde el primer momento, me impulso a escalar.

El primer día que me ate a una cuerda y empecé a progresar en la vertical note una sensación de focalización completa de mi mente, sensación que me llevaba a sentir extraños sentimientos de identidad con mi conciencia. A su vez, esta sensación de identidad generaba emociones adictivas: pasión, sentido, deseo de ser y de manifestar.

Parece simple pero, desde ese momento, te haces adicto a sentir “sentido”, a sentir “pasión”, a sentir “integración”, a sentir “deseo de ser”. La escalada fue y es para mí el vehículo que me lleva a la compresión del sentido de la vida, entendiendo esto como que la vida, para ser plena, tiene que justificarse a si misma en su propia expresión: los seres humanos debemos buscar nuestra pasión y realizarla.

Cuando estamos en el “flujo” la energía se focaliza y, a través de esa focalización, podemos alcanzar cualquier meta; en definitiva, podemos realizarnos a nosotros mismos y cumplir con el objetivo vital de la conciencia. La no focalización de la energía, estado al que te lleva la actual forma de vida social en muchos casos, conlleva estados de falta de motivación, tristeza, cansancio, dispersión.

Escalar me hace recordar la necesidad de buscar mi sentido, me hace recordar la obligación moral como ser humano de encontrar mi expresión y desarrollarla al máximo. Sólo cuando somos nosotros mismos podemos servir a los demás, contribuir a que el mundo sea un lugar mejor, dar sentido a la palabra “humanidad”.

Últimamente vivimos en un mundo donde, teniendo todo, nos esforzamos en crear miseria y dolor. Aun así, nunca hemos estado tan cerca de crear una sociedad justa y, valga la expresión, radiante.

 ¿Qué porque escalo? Es el ancla que me devuelve a mí mismo.

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