Wellcome!

2013 / 29 noviembre

La empresa y el coaching salen juntos.


Reflexión

Hoy viernes, te voy a contar una historia que me sale de muy adentro y que hasta ahora no la había compartido con otro alguien.

Hace tiempo que vengo sintiendo algo por él, hemos tenido varios contactos pero muy superficiales, pero es ahora cuando me siento que estoy más preparada. Con la crisis me veo obligada a definir mejor mis objetivos, y lo tengo claro, quiero seguir luchando por conseguir mis sueños.

Estoy empezando a salir con él pero en grupos, de momento no hemos estado solos nunca, no me lanzo. Aunque él está constantemente cogiendo mi mano y ofreciéndome su compañía.

Cuando estoy con él, en los momentos que vivimos juntos, me siento feliz, tiene la capacidad de hacerme sentir especial, siempre me escucha, valora mucho mis pensamientos y mi forma de ser, no se cansa de decirme que juntos podíamos llegar muy lejos y alcanzar nuestros sueños.

Él tiene muchas cosas buenas, hace sentir muy bien a la gente que tiene cerca, todo el mundo cuando le saluda, lo hacen con una sonrisa, tiene muchos amigos. Con él es otra cosa, es todo emoción, sentimientos y pasión, cuando estoy con él se me olvidan los números y la parte más pragmática de mis pensamientos se aparca por un instante, mi cerebro se relaja y deja paso a mi corazón.

Todo el mundo me dice que los viajes que haces guiados por el corazón tienen doble recompensa, por un lado el hecho en sí de llegar y conocer nuevos sitios, y el más importante y que sólo se aprecia de este modo, si lo vives con pasión, que es el viaje en sí, el camino, los momentos que vives intensamente antes de llegar al destino.

Aunque sabes qué, hay algunas cosas que me tiran para atrás, no viene de una buena familia, sus prioridades siempre han sido las personas, los sentimientos y vivir intensamente, un rollo surfero, y a mi familia lo que le gustaría sería alguien más realista, orientado a resultados tangibles y una visión objetiva de la vida, nada que ver el surfero con el señor contable que me proponen.

Me voy a sincerar contigo, le voy a dar una oportunidad, si cuando estoy con él, el mundo se ve diferente, el entorno se hace más agradable por su capacidad de influir en los demás y encima consigo devolver la ilusión y la pasión a lo que hago, creo que estoy perdiendo el tiempo y que mi vida puede dar un cambio radical estando a su lado.

En este momento justamente, estoy pasando por circunstancias que me hacen estar más cerca de los míos y apoyarme en toda la gente que está a mí alrededor. Necesito tratar a mis compañeros y amigos como colaboradores y para eso es necesario hacer las cosas con pasión y con ilusión y todo eso… estoy segura que lo conseguiré con él.

¡Si a la felicidad, Si a la pasión y siiiii a la ilusión, sí quiero!

Por cierto, no nos hemos presentado, yo soy la empresa y él, el Coaching.

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